Baba, ojos ausentes, ven a través del instinto, permanecen en la alienación.
Romero nos dirige, yo no quiero morir o ser metamorfosis de algo que no
conozco. Sentirme insecto, buscar comer los restos de la voluntad de otros.
La granja que se desborda de adentro hacia fuera, soy yo.
Los de afuera quieren adentrarse e imponer su orden. Corro peligro.
Ellos rompen ventanas, comen carne. Brazos se extienden en el vacío.
Desde el principio todo envuelto en rojo, edificios desahuciados. Escarlata.
Mi huellas púrpuras, individualidad roja. Gente descarnada por las calles.
Como si al mundo le dieran cuerda desde el fondo de una botella granate.
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