Estruendoso motor en la
avenida;
una línea plateada esquiva
los autos.
Copas de mezcal que edifican palabras.
Indispensable el equilibrio,
ellos siguen el movimiento de
su noche,
construida de escenas
de película de Niels Arden.
Una almohada entreteje
enunciados,
algo así como perseguir
Oaxaca,
una isla que flota en fosca,
un corral,
cerdos inexistentes,
tatuaje tribal,
vida de mirlo.
Melatonina.
Luego un estacionamiento, tres
pisos,
velocidad, calambres.
Ellos son voraces,
luego la noche tiende a
borrar los adjetivos,
luego viento.
Un abrazo y besos hacen la
diferencia.
Ella pide tiempo extra y lo
adquiere.
Todo es cuadro a cuadro,
contraste de sombras,
ella se despide.
La motocicleta toma su ruta.
A pesar de los créditos
continúa,
luego suena la bocina de
un Ford y ella,
sin más,
regresa confusa
al punto de partida.
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