Los libros de poesía son, para quien los lee, caleidoscopios en los que confluyen múltiples, posibilidades de apreciación y valoración.
La poesía, desde siempre, se ha sugerido como una de las hijas del arte, y en sus cualidades estéticas, en su afán de atención les otorga a quienes la ciñen de la bella encrucijada de la búsqueda. De aquí, que los libros de poesía, para quien los rescribe, suelen ser un rodaje. Esto se manifiesta de forma singular en Fotogramas, la nueva entrega de Gabriela d`Arbel
Gravitando del verso a la prosa con poemas breves en los que predomina la imagen, presumiblemente el eje de su poética, la autora nos confiere la sensación del movimiento continuo, el ángulo de cada plano; se redescubre y nos hace participes de sus propios hallazgos discursivos y temáticos, a veces como espectadores, otras como actores o personajes de un film donde, como ella misma dicta: "La simulación suele ser/ más naturales en la vida real/ que en esta comedia"
A partir de su noción del séptimo arte y de la poesía, Gabriela d´Arbel produce, dirige, elige repartos, crea escenarios, efectos especiales, fotografía, edita, musicaliza, maquilla, actúa y hasta toma asiento en la última butaca para apreciar su paisaje invertido, el rodaje de su imaginario. Los libros de poesía son también secuencias de fotogramas que proyectan el sello de nuestras búsquedas y exhiben el corto o el largometraje de nuestra existencia.
Luis Alfredo Gastélum.