domingo, 20 de enero de 2019

LA ESCALERA






…cuando subes la escalera metálica, la vives con cautela, tiembla y te hablan de tu valor para subir los peldaños, no llegas al cielo, sólo a la azotea. Los lavaderos gastados de concreto, brillan, son señaléticas que nos distraen. El detergente da “pureza”, pero también comezón,  aun así  intentamos que las sábanas estén muy blancas. Todavía no llega el momento en que se entienda que la blancura es lo que algunos ciegos crónicos ven toda su vida, mar de leche. Otras tonalidades más arenosas, rojas o cobrizas, dan fuerza a paisajes humanos, inusitados que sólo vemos en Nacional geographicy aumentan la curiosidad por abrir los ojos y ver más, que ese mismo tendedero de ropa inmaculada, que vemos todas las mañanas…