Es cuando encuentras una foto y recuerdas una historia que estaba en una nave que nadie recuerda sólo yo, alguien en algún lugar de la habitación dejó la dirección de mi casa imaginaria hecha de hierbabuena, agua de limón y una abuela que manejaba el timón en medio de la tormenta.
Yo a los 17 años, cuando la confusión era parte de la rutina.